Prólogo.
Jamás quise que me vieras así.
Las campanas sonaron con estrepito dando la media noche. El décimo cuarto día y ya comenzaba Belladona sabía que eso sólo significaba una cosa: matar.
Abre sus ojos - desolados por tanto fluir carmesí derramado - aún esperando verlo ahí con ella y respira aliviada cuando lo siente durmiendo a su lado. Tiernamente le pasa la mano por sus cabellos negros - azulados - que caen desordenadas en capas largas y pequeñas, a un lado de su rostro. Era tiempo de cortarlo pues ya le llegaba por debajo de los hombros. Antes de moverse y decidir -
Hola! Para empezar muchas gracias por ver mis dibujillos, estudio diseño, trato de escribir y hacer un buen manga y principalmente lucho cada día con mejorar para ser a futuro una mejor profesional.